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Refugios antiaerereos de la Guerra Civil

Uno de los objetivos militares franquistas fue el retardo de la industria de guerra de Cataluña y como tal, las centrales hidroeléctricas se convirtieron en objetivos principales. El hecho que la Pobla representara un nudo importante -mediante la estación transformadora- en la distribución de la energía eléctrica producida desde la cuenca del río Flamisell junto con la central de Productora y Sossís representó ser escogida como primer objetivo a bombardear. Es decir, la industria eléctrica de la Pobla sufrió el primer bombardeo aéreo sobre la industria catalana.

La reacción del sector eléctrico fue la construcción de refugios adyacentes a las centrales como protección de sus trabajadores. El hecho que en la Pobla las instalaciones eléctricas estuviesen my cerca del pueblo, fue determinante para que el Ayuntamiento decidiera habilitar unos refugios en caso que los bombardeos afectaran a la población civil. El conjunto de refugios antiaéreos como resultas de la construcción por parte de las empresas eléctricas, más del propio ayuntamiento y posteriormente, los que construyeron las fuerzas franquistas al ocupar la Pobla sumaban un total de 7 refugios antiaéreos de los cuales restan 5 y de estos hay 2 de señalizados.

El año 1930 prácticamente toda Cataluña, concretamente la ciudad de Barcelona estaba enérgicamente suministrada por el Pallars y otras zonas del Pirineo. En estos territorios de montaña se encontraban situadas las centrales hidroeléctricas encargadas de abastecer el país. La proximidad de los numerosos ríos que ciñen el área, convertían la zona en la localización perfecta para situar las centrales. En definitiva, quien controlaba el Pallars controlaba la industria o en otras palabras, el país.

La Guerra Civil llegó a Cataluña y los nacionales conocían la importancia de dominar esta zona. Es por eso que el Pallars se convirtió, desde el primer momento, en un objetivo militar de las tropas franquistas. Ante la inminente ofensiva nacional, al 1937, el régimen republicano que regía el Pallars, edificó diferentes refugios antiaéreos para proteger a la población. En la Pobla de Segur  constan 6 del año 1937: en la central hidroeléctrica, dos en la estación de maniobra, en la Pedrera y Plaza del Árbol y en la Plaza del Mercado y a la C.H. Sossis.

Un primer bombardeo por parte de la aviación alemana el día 18 de febrero consiguió impactar contra la central hidroeléctrica. Las bombas sólo afectaron a las cañerías de carga dejando la central inutilizada durante tres meses. Si hubieran impactado sobre la estructura donde  había los transformadores e interruptores, las consecuencias hubieran sido devastadoras.Tanto que lo hubieran notado en Barcelona. Este bombardeo no provocó más que una víctima, nos informan testigos que sufrieron la represión de la guerra. También añaden, que en el momento del bombardeo, los sacaban de las aulas y los hacían correr hasta el bosque y esconderse debajo de los árboles para sufrir menos las consecuencias.

El 5 de abril de 1938, los franquistas consiguieron el dominio sobre el Pallars, y muchas tropas republicanas que allá se encontraban empezaron el difícil camino del exilio hacia Francia. Para debilitar todo Cataluña y hacer la conquista más fácil, los nacionales inutilizaron las centrales retirando piezas vitales.

Finalmente, durante la ocupación franquista, en 1938, se construyó un último refugio antiaéreo al jardín de Casa Bosch, donde se instalaba un reconocido general.